
Esta voz clama en el desierto:
preparad los caminos del Serñor, allanad sus senderos.
ante el Hijo muy amado por el Padre proclamado,




Ella nos cuenta en sus Confidencias: “La imagen del Corazón de Jesús en íntima unión con el Santísimo Sacramento, se grabó en mi corazón… Tal vez tenía yo 7 u 8 años o un poco menos… No me acuerdo cuando empecé a amar al Corazón de Jesús”. “Yo he entrado en contacto personal con el Amor Eterno a través del Santísimo Sacramento. En mi morada más íntima ha aparecido la bondad y la benignidad del Salvador. Yo he recibido la gran limosna de Dios; ahora me impulsa el Amor del Redentor”. “Te ruego Amor Eterno por todas las personas. Déjame derramar tu amor en sus corazones, déjame que acoja misericordiosamente a los pobres, los oprimidos, los que están en peligro, los caídos. Deja que los lleve a todos hacia Ti, a tu Divino Corazón, ¡oh Buen Pastor! Dame la fuerza para ello en el sacramento de tu amor humano-divino”. Durante sus oraciones siente el requerimiento de expresar al Papa León XIII se realice la consagración del mundo al Santísimo Corazón. Cumple esta misión y llega a conocer la publicación de la Encíclica “Annum Sacrum” de León XIII, con la orden de consagrar al Corazón de Jesús al género humano, la que se efectúa el 11 de Junio de 1899. Se presentan los síntomas de su dolorosa enfermedad (infección a la médula espinal con síntomas de parálisis), pero ella continúa su misión: dirige la casa; atiende a las hermanas, a las jóvenes y a todo clase de personas que buscan su ayuda espiritual, y que hacen antesala en su despacho. El 8 de Junio de 1899, durante las Vísperas del Corazón de Jesús, María muere a los 36 años, pero ella vive en lo que ha sembrado en el mundo entero, que es la vocación al amor en el símbolo de Su Corazón. Nos deja como ejemplo una vida de entrega radical a Dios Amor en las personas más necesitadas material y espiritualmente y su celo misionero universal.
MARÍA DEL DIVINO CORAZÓN
Fue beatificada por el papa Paulo VI, el 1° de Noviembre de 1975.
La hermana María Dröste fue cautivada por el centro insondable del Hombre Dios. Su devoción al Corazón de Jesús no fue un vago sentimiento, sino sobre todo una acción y vida de amor, que transmitió a los demás para llevarlos al origen de esa pasión inmensa de Dios que es Su Amor por nosotros
El Corazón de Jesús Hoguera Ardiente de Amor
07/05/10
Habla Señor, que tu siervo escucha
Hola, estamos en la era de la comunicación y sin embargo nos cuesta tanto comunicarnos entre nosotros, y ¡cuánto más se nos dificulta comunicarnos con Dios!
¿Cómo lograr esta cercanía? Recorriendo un camino de verdad.
En un camino de verdad para conmigo mismo/a, ¿Me miro tal como soy sin esconder nada? ¿Qué escondo? ¿Cuántas heridas puedo contar en mi vida?
Me pongo bajo la mirada de Dios, tal cual soy, con mis bloqueos, limitaciones, finitud, pecados. Me pongo en el corazón de Dios que acoge mis miserias y derrama su misericordia sobre mí.
Busco un lugar silencioso, donde me sienta cómodo/a, relajado/a, donde pueda acallar lo que me distrae interior y exteriormente, para eso hago silencio y escucho.
¿Qué escucho? Veamos lo que nos dice la Palabra de Dios en la Biblia.
(1 Samuel 3, 1-10)
El joven Samuel estaba al servicio de Dios con el Sacerdote Helí.
En aquel tiempo era raro oír la Palabra de Dios.
Samuel dormía cuando el Señor le llamó: “Samuel, Samuel”
Samuel buscó e Helí y dijo: “Heme aquí, porque me has llamado”.
No te he llamado, vete a dormir, le contestó Helí.
(Y así por tres veces)
A la tercera vez, Helí comprendió que era Dios quien llamaba al muchacho;
y se lo dijo a Samuel.
El Señor volvió a llamar: “Samuel, Samuel”
Dijo Samuel: “HABLA, SEÑOR, QUE TU SIERVO ESCUCHA”.
Es una narración de AYER y de SIEMPRE.
También hoy es raro oír la voz del Señor,
porque sólo la oyen quienes deseen estar en su cercanía;
y la entienden quienes están... “dispuestos”, “prontos a servir”.
Dios te llama por tu nombre, y te repite… “tu nombre....”
Respóndele, sin contar las veces:
“HABLA, SEÑOR, QUE TU SIERVO ESCUCHA”.
08/02/10
Acercarnos a María
María es la mujer por excelencia...
Dejarme conducir por el Espíritu
“El Espíritu de Dios es enviado para formar y hacer vivir a Jesús en nosotros” (O.C.San Juan Eudes I, p. 172)
¿Quién es el Espíritu Santo para mí? (Un soplo, vida, etc.)
El Espíritu santo me ayuda a discernir las elecciones en mi vida. No es fácil decidir, cuando hay varios caminos por delante, pero si oigo su voz, el horizonte se me aclarará y sabré optar con mayor serenidad.
Reconoce alguna decisión que hayas tomado en la última semana, ¿Te dejaste guiar por el Espíritu?
El Espíritu Santo es amor; si lo sigo aprenderé a amar como Dios nos ama.
¿Cuál es mi proyecto de vida?
A ti, que lees este blog, te invito a reflexionar en tu futuro...
¿Cuál es mi Proyecto de Vida?
¿Tengo una meta clara?
Te invito a leer al Profeta Jeremías quien como tú quizá, no tenía sus objetivos de vida claros. Sin embargo abrió su corazón y sus oídos a la palabra de DIOS.
El texto dice así: Cap 1 vers 4 - 8
"Me fue dirigida la palabra de Yaveh(Dios) en estos términos: Antes de haberte formado yo en el seno materno, te conocía, y antes que nacieses, te tenía consagrado. Te constituí profeta de las naciones.
Yo dije: :"Ah Señor, mira que no sé expresarme, que soy un muchacho."
Y me dijo Yaveh: "Donde quiera que yo te envíe irás… y todo lo que te mande dirás. No tengas miedo que contigo estoy para salvarte".
No dejes de leer y asimilar como Dios llama, y cuál es la fuerza de esta vocación profética.
Toda persona recibe un llamado vocacional.
¿Cuál ha sido tu llamado?
Discernir los llamados
¿ Hay llamados en mí que me invitan a esperar contra toda esperanza?
Miremos a Jesús cuando, "Salió y vio a un publicano llamado Leví, sentado en el despacho de impuesto, y le dijo: Sígueme. Él dejándolo todo se levantó y le siguió" ( Lc 5, 27-28 )