lunes, 19 de febrero de 2018

EL PAPEL QUE CUMPLIÓ BENEDICTO XVI


¿Somos conscientes del papel que cumplió Benedicto XVI?

Benedicto XVI le agradece al papa Francisco
Benedicto XVI Le Agradece Al Papa Francisco Sus Palabras (Foto © CTV, Osservatore Romano).
Esta semana a través de Internet se difundió una entrevista con el Emérito Papa Benedicto XVI dónde él reconocía y manifestaba “que estaba haciendo el camino a casa” y se le veía un tanto deteriorado, con dificultades para caminar. En fin caminando por ese sendero que a todos nos tocara hacer algún día, con la esperanza y sobre todo la confianza en la resurrección.
Pero a lo largo de estos años, ¿hemos sido conscientes del papel que cumplió el cardenal Ratzinger en nuestra amada Iglesia peregrina en la Tierra?
A fin de este mes se cumple un aniversario más de su renuncia al Papado, algo que nos deja varios mensajes.
Fue elegido Papa en 2005 y como se dice en el lenguaje coloquial venía con el viento en contra, ¿cómo ser Obispo de Roma después de casi 27 años de Juan Pablo II y su enorme legado?.
Pero “el humilde servidor de la viña del Señor”, como él mismo lo anunció en aquel cónclave tomó la posta y aceptó el llamado del Señor. Pero lejos de ser un Papa de transición como algunos ahora lo bautizan, tuvo una ardua tarea. Llevó sobre sus espaldas los principales y más tristes escándalos de pedofilia y abuso sexual por parte de sacerdotes, la crisis de las faltas de las vocaciones. Reafirmó el dialogo interreligioso con religiones cristianas y no cristianas. Nos habló del amor de Dios y de la esperanza en sus dos encíclicas y escribió dos brillantes libros de teología.
Puso la casa en orden y cuando ya por su avanzada edad y su plena consciencia no pudo más seguir adelante, renunció, personificando así otra vez al Apóstol San Pedro que como nos muestra la historia de salvación: fue el apóstol más hombre de todos. Y con su renuncia nos regaló a Francisco.
¿Cuántos son capaces de renunciar para retirarse bien en este Mundo de poder?
Pero su vida ya estaba marcada por renuncias. Renunció a ser esposo, padre y abuelo por consagrase a Cristo. Renunció a una vejez tranquila, posiblemente en su Alemania natal, dedicado a sus otras pasiones ; el piano y la lectura, para pilotear la barca de Cristo en uno de los momentos más complejos y tormentosos.
Ahora recogido en oración y silencio nos recuerda las palabras de Juan el Bautista “es mejor que yo crezca y él disminuya”, tanto si ese él viene unido al nuevo Pontífice o a Cristo a quién siempre sirvió.
Debemos rezar por Benedicto XVI, por todo lo que hizo y sigue haciendo por nosotros. Rezar para que el Señor lo acompañe en ese regreso a casa.
Gracias Papa Benedicto XVI, ¡tú sigues siendo Pedro!
Pablo D´Elias
Diócesis Maldonado – Rocha de Uruguay

viernes, 16 de febrero de 2018

EL CAMINO DE LA CURESMA


       Del mensaje del Papa Francisco para la Cuaresma 2018   

                                     


           Invito especialmente a los miembros de la Iglesia a emprender con celo el camino de la Iglesia, nuestra madre y maestra, que además de la medicina a veces amarga de la verdad, nos ofrece en este tiempo de Cuaresma el dulce remedio de la oración, la limosna y el ayuno.
            El hecho de dedicar más tiempo a la oración hace que nuestro corazón descubra las mentiras secretas con las cuales nos engañamos a nosotros mismos, para buscar finalmente el consuelo en Dios. Él es nuestro Padre y desea para nosotros la vida. 
            El ejercicio de la limosna nos libera de la avidez y nos ayuda a descubrir que el otro es mi hermano: nunca lo que tengo es sólo mío. Cuánto desearía que la limosna se convirtiera para todos en un auténtico estilo de vida. Al igual que, como cristianos, me gustaría que siguiésemos el ejemplo de los Apóstoles y viésemos en la posibilidad de compartir nuestros bienes con los demás un testimonio concreto de la comunión que vivimos en la Iglesia. A este propósito hago mía la exhortación de san Pablo, cuando invitaba a los corintios a participar en la colecta para la comunidad de Jerusalén: «Os conviene» (2 Co 8,10). Esto vale especialmente en Cuaresma, un tiempo en el que muchos organismos realizan colectas en favor de iglesias y poblaciones que pasan por dificultades. Y cuánto querría que también en nuestras relaciones cotidianas, ante cada hermano que nos pide ayuda, pensáramos que se trata de una llamada de la divina Providencia: cada limosna es una ocasión para participar en la Providencia de Dios hacia sus hijos; y si él hoy se sirve de mí para ayudar a un hermano, ¿no va a proveer también mañana a mis necesidades, él, que no se deja ganar por nadie en generosidad?

            El ayuno, por último, debilita nuestra violencia, nos desarma, y constituye una importante ocasión para crecer. Por una parte, nos permite experimentar lo que sienten aquellos que carecen de lo indispensable y conocen el aguijón del hambre; por otra, expresa la condición de nuestro espíritu, hambriento de bondad y sediento de la vida de Dios. El ayuno nos despierta, nos hace estar más atentos a Dios y al prójimo, inflama nuestra voluntad de obedecer a Dios, que es el único que sacia nuestra hambre.


            Querría que mi voz traspasara las fronteras de la Iglesia Católica, para que llegara a todos ustedes, hombres y mujeres de buena voluntad, dispuestos a escuchar a Dios. Si se sienten afligidos como nosotros, porque en el mundo se extiende la iniquidad, si les preocupa la frialdad que paraliza el corazón y las obras, si ven que se debilita el sentido de una misma humanidad, únanse a nosotros para invocar juntos a Dios, para ayunar juntos y entregar juntos lo que podamos como como ayuda para nuestros hermanos.

            
           
            Los bendigo de todo corazón y rezo por ustedes. No se olviden de rezar por mí.


                                        Francisco