NUESTRA VIDA SE VA AMPLIANDO
A MEDIDA QUE SE QUEDA CON LO ESENCIAL.
Justicia, misericordia y fidelidad es lo que Dios nos pide hoy; sí, justicia misericordiosa y coherencia.
Es lo que necesitamos practicar hasta saberlo vivir, para ir camino hacia la puerta estrecha. ¿Porqué estrecha? Porque no admite soberbia, afán de poder, avaricia, frivolidad, egolatría, amargura...
¡Soltemos y botemos por el camino lo que nos sobra.
Jesucristo, Él mismo se llamó La Puerta, una puerta por la que pasan los dichosos, los que pueden bailar a pesar de las injurias, persecuciones y amenazas; una puerta por donde pasan los que hacen la justicia llena de misericordia; los que tienen el corazón limpio.
Busquemos entrar por la puerta del corazón de Cristo abierto por la lanza, allí nos espera "el reino de los cielos".
No hay comentarios:
Publicar un comentario