La
Virgen del Carmen es la Madre de Jesús bajo la advocación del Carmen.
Algunas
personas no creyentes me han preguntado: ¿Por qué la Iglesia tiene tantas
vírgenes?: del Carmen, de Fátima, de Lourdes, de la Tirana, de la Merced, de
los Rayos, la Candelaria...
Para
nosotros la respuesta es obvia: es una sola, es la Madre del Salvador, a quien
se la llama de distintas maneras, por cariño, según los lugares o visiones a los
que se la vincula, como también sus figuras y vestimentas.
De María no tenemos figura alguna, como tampoco de Jesús. Las representaciones nos
ayudan en la medida en que nos acercan al evangelio donde la vemos madre de
misericordia, servidora, tierna y fuerte, preocupada de los pobres y desheredados (magnificat) y
glorificando a Dios por las maravilla que ha hecho en ella, orante.
La
Virgen del Carmen es “reina” de Chile; nos ayuda a establecer el "reino" de
Jesús en el alma de nuestra Patria y de los chilenos, reino de justicia, de verdad y de paz.
Ella, Madre, evangelizadora,nos muestra a su Hijo resucitado,
nuestro hermano, y nos invita a tenerlo
como centro de nuestro ser y quehacer,
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