lunes, 8 de septiembre de 2014

MARÍA

UNA NIÑA EXTRAORDINARIA












  ¿Dónde nació María?

No lo sabemos, pues hay muchas teorías; parece lo más probable que haya sido en Séforis, cercana a Nazareth y la ciudad más grande de Galilea con   una fortaleza excepcional.
Una antigua tradición, datada ya en el siglo II, atribuye los nombres de Joaquín y Ana a los padres de la Virgen María. Sus nombres se conservaron gracias a la tradición, ya que la Sagrada Escritura nada nos dice de ellos. Todo lo que sabemos es legendario y se encuentra en los evangelios apócrifos (no reconocidos como inspirados por la Iglesia) especialmente en el Protoevangelio de Santiago, el Evangelio del Pseudo-Mateo y el Libro sobre la natividad de María.
La devoción a los abuelos de Jesús es una prolongación natural al cariño y veneración que los cristianos demostraron siempre a la Madre de Dios.
Esta tradición sobre San Joaquín y Santa Ana también forma parte de la doctrina del Islam, y se recoge, no solo en su tradición, sino en su libro sagrado el CORÁN. El Corán dedica uno de sus primeros libros (Sura 3) a la familia de Joaquín, a quien llaman Imrán, en árabe. Otro libro del Corán (Sura 19) se dedica en su totalidad a la Virgen María y lleva su nombre.
Como quiera, en ambas tradiciones se venera a Joaquín y Ana como los Padres de María y como personas que supieron alabar y adorar a Dios en medio de la tribulación, en medio de la desesperanza causada por la esterilidad y toda la connotación negativa que eso tenía para los judíos; y el Señor los premió con una hija.
¡Y qué hija!, la Inmaculada.


Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo”. Bendita la concepción que te trajo al mundo,  bendito tu nacimiento y bendita tu niñez. Toda la humanidad se goza en ti. Bendito el Padre que te amó, el Hijo que te eligió y el Espíritu Santo que  te desposó. 
Desde su concepción esta niñita fue un ser  sin pecado, es decir  inmaculada. Desde su concepción  se cumple en ella la profecía de la Escritura:


"Pondré enemistad entre ti (la serpiente símbolo del pecado) y la mujer (María) y entre tu linaje y el suyo; él te aplastará la cabeza y tu estarás al acecho de su talón" Gen 3,15

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