Música en el cosmos
Demos por un momento
un paso al lado de las calamidades de este tiempo y contemplemos las maravillas
de arte de Dios a través de avances científicos.
¿Sabemos que el sonido gobierna muchos de los procesos más
increíbles del universo? Comparto con
ustedes una carta aparecida en el diario el Mercurio, Chile, el 16 de marzo de
2016 sobre este tema.
Al
ritmo de las esferas celestes
"A mediados
de febrero leí una noticia cautivante sobre la detección de ondas
gravitacionales que confirmarían el "sonido del cosmos" y que podrían
abrir una nueva era en el estudio de los agujeros negros y en el conocimiento
más detallado del ciclo vital de las estrellas y del universo. Los titulares
indicaban que Albert Einstein tenía razón: existen las ondas gravitacionales
curvas en el espacio-tiempo, generadas por los fenómenos más violentos del
cosmos, hipótesis que el físico alemán formuló hace un siglo. Noticias relacionadas
sostienen que el histórico descubrimiento permitirá "escuchar
el sonido del cosmos".
Estas notas llevan a pensar en el poeta alemán Johann Wolfgang von Goethe, que hace más de dos siglos escribió en el "Prólogo en el Cielo" de su obra "Fausto" unos versos premonitorios o, al menos, que contienen una extrema sensibilidad artístico-científica.
En dicho prólogo, Dios está con los arcángeles y luego se suma Mefistófeles. El arcángel Rafael dice: "El sol, según su antigua costumbre, toma parte en el canto de las esferas y su curso delineado termina con el estampido del trueno. Su mirada fortalece a los ángeles, aunque ninguno pueda desentrañarlo; las obras sublimes, hasta lo inconcebible, son espléndidas como en el primer día".
Antes de la detección de las ondas gravitacionales y del supuesto "sonido del cosmos", en agosto de 2007 leí un informe de la Agencia Espacial Europea (ESA), que comentaba la siguiente noticia: "Científicos de la misión 'Ulysses' han demostrado que sonidos que se generan al interior del sol, a gran profundidad, causan que la tierra se agite y vibre en armonía con ellos. Han descubierto que el campo magnético de la tierra, sus sistemas atmosférico y terrestre, toman parte en esta canción cósmica".
Las palabras del arcángel Rafael en el "Fausto" de Goethe, y de los científicos de "Ulysses", nos sugieren que las esferas celestes "cantan al ritmo del sol".
Ricardo Hepp K.
Estas notas llevan a pensar en el poeta alemán Johann Wolfgang von Goethe, que hace más de dos siglos escribió en el "Prólogo en el Cielo" de su obra "Fausto" unos versos premonitorios o, al menos, que contienen una extrema sensibilidad artístico-científica.
En dicho prólogo, Dios está con los arcángeles y luego se suma Mefistófeles. El arcángel Rafael dice: "El sol, según su antigua costumbre, toma parte en el canto de las esferas y su curso delineado termina con el estampido del trueno. Su mirada fortalece a los ángeles, aunque ninguno pueda desentrañarlo; las obras sublimes, hasta lo inconcebible, son espléndidas como en el primer día".
Antes de la detección de las ondas gravitacionales y del supuesto "sonido del cosmos", en agosto de 2007 leí un informe de la Agencia Espacial Europea (ESA), que comentaba la siguiente noticia: "Científicos de la misión 'Ulysses' han demostrado que sonidos que se generan al interior del sol, a gran profundidad, causan que la tierra se agite y vibre en armonía con ellos. Han descubierto que el campo magnético de la tierra, sus sistemas atmosférico y terrestre, toman parte en esta canción cósmica".
Las palabras del arcángel Rafael en el "Fausto" de Goethe, y de los científicos de "Ulysses", nos sugieren que las esferas celestes "cantan al ritmo del sol".
Ricardo Hepp K.
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