...PERO TENEMOS LA AYUDA DEL ESPÍRITU DE DIOS.
“No tener ojos para ver las faltas
del prójimo, ni oídos para oír hablar mal, ni boca para acusar, ni
entendimiento para juzgar, ni voluntad para condenar, ni memoria para recordar
nada en contra, sino un corazón misericordioso para tener compasión, una lengua
caritativa para excusar, y un espíritu paciente para soportar; tales son los
efectos de la verdadera caridad...que deben practicar cuidadosamente.” Constituciones de San Juan Eudes, para las hermanas de Nuestra Señora de la Caridad. 1666
© ¿Qué hago/qué hacemos para vivir
la práctica de la caridad que San Juan Eudes expuso con tanta claridad?
© ¿Cuál es para ti la actitud o
acción más difícil de esta práctica?
¿Has buscado la causa?
No hay comentarios:
Publicar un comentario