DIOS AMOR.
Hace pocos días esperaba el tren
en la Estación del Metro, y un hombre humilde me miró con fijeza y levantando
su mano con el dedo índice hacia arriba me dijo: “Es Él, sí, Dios la ama
mucho…la protege. “Qué sería de nosotros sin Él”.
Yo estaba distraída y acababa de librarme de una pérdida material
importante y realmente quedé como pasmada y asombrada por la imprevista
vuelta que tuvo el asunto. Sentí que ese
hombre fue un “enviado” para hacerme
sentir el amor de Dios. Me abrió la conciencia para acoger el amor y
disfrutarlo en una experiencia espiritual muy profunda. Sentí su cercanía, y
protección.
Dice San Juan en su Evangelio que
“Él nos amó primero”, como una madre ama a su pequeño, gratuitamente, con un
afecto sin límites, con caricias y besos y cuidados permanentes. Esto lo
sabemos, pero ¿Lo experimentamos día a día? ¿Su amor nos llega al corazón, a
todo el ser? El amor de Dios es donación permanente, es Él mismo que se da
porque es AMOR. Estos detalles de la vida diaria se nos pasan sin Dios- Esto es
seguramente porque no estamos enamorados de Él. Hemos conocido el Amor, en que
Él entregó su vida por nosotros para que tengamos vida abundante. Ojala esta
frase no se quede sólo en el evangelio; hagamos de este conocimiento una
experiencia de íntima unión que nos lleve a responderle con amor.
Si Dios nos ama tanto, también nosotros debemos
amarnos los unos a los otros porque en cada persona habita el Amor. No perdamos
ocasión de encontrarlo en los otros.
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