INTELIGENCIA ESPIRITUAL
"Nosotros...no cesamos de orar por ustedes, y de pedir que sean llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual".Colosenses 1,9
Por medio de la inteligencia intelectual organizamos nuestros pensamientos, articulamos los diversos saberes,
en especial el lenguaje y estrategias de la acción. Está ligada a la dimensión
del cerebro llamada neocortex. No tiene más de siete u ocho millones años, pero se desarrolló
completamente con la aparición del homo sapiens sapiens hace
unos cien mil años. Pero la
inteligencia intelectual sola no da cuenta de la vida humana.
Existe en nosotros la inteligencia
emocional, relacionada con el
cerebro límbico que surgió hace más de 130 millones de años cuando en la
evolución aparecieron los mamíferos. Estos llevan la cría dentro de sí y, una
vez nacida, la rodean de amor y cariño. Surgió entonces en el universo conocido
algo absolutamente nuevo: la emoción, el afecto, el sentimiento, la pasión, el
amor y también sus contrarios. Las capas más profundas y decisivas de
nuestra vida tienen esta historia antigua. Somos ante todo seres de emoción y
de sentimiento. Algunos filósofos* la llaman también «razón cordial, o sensible». La
inteligencia emocional es el nicho de los valores, de la ética, del amor, y lo
que da sentido a nuestras vidas.
Finalmente existe en nosotros la inteligencia
espiritual. Durante los últimos veinte años se ha hecho un descubrimiento sorprendente: cada vez que
una persona se ocupa existencialmente con visiones globales de las cosas, con
el sentido de la vida, con lo sagrado y con Dios, en su lóbulo frontal se da
una aceleración inusitada de las neuronas.** Los
científicos, han dado a esta experiencia el nombre de «punto
Dios» en el cerebro. Se trata de una ventaja evolutiva de los seres humanos: un
órgano interno a través del cual capta el Todo ligado por un Eslabón sagrado
que unifica todo. Así como tenemos órganos externos, ojos, nariz, oídos, etc.
mediante los cuales captamos el mundo material, tenemos un órgano interno
mediante el cual captamos este Eslabón, considerado como la Realidad Suprema
que sostiene todo. Podemos llamarlo con mil nombres ya que Dios es más que el «punto Dios». Esta
dimensión está en cada persona y constituye la base biológica de la inteligencia
espiritual. Se manifiesta por más sensibilidad frente al otro, más amor, más
compasión, más respeto y más devoción. Si activamos
el «punto Dios» nos humanizamos a nosotros mismos y nos espiritualizamos. El
fruto es una profunda paz y serenidad y la sensación de estar dentro de un todo
más grande que nos acoge y la presencia de Dios
en nuestro interior.
¡Qué gozo!¿no?
* Meffesoli, Cortina, Scheler, Muniz Sodré, Duarte Jr.
** Danah Zohar, Ian Marshall, "Inteligencia espiritual",2000.
Adaptación de artículo de Leonardo Boff en Koinonía.
** Danah Zohar, Ian Marshall, "Inteligencia espiritual",2000.
Adaptación de artículo de Leonardo Boff en Koinonía.
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