El Corazón ardiente de María
Cuando pensamos en el "Sí" de María a la propuesta de Dios, lo podemos imaginar como algo inaudito. Ese "Sí" le debe haber significado mucha reflexión y fe como para lanzarse a un compromiso que no entendía bien. Fue un salto al vacío en Dios.
La respuesta que ella dio
no era algo espontáneo o "lógico". Ella no conocía el desarrollo de la historia de salvación en la que se implicaba y apenas podía entender lo que le
había sido explicado... y sin embargo, dice que "Sí". ¡Audacia divina!
Ella quedará encinta y su Corazón, su ser íntimo, quedará marcado por este misterio. Aunque su amado José dude, ella vive inmersa en el misterio, vive unida a Aquel que se le ha revelado; Dios, a quien se abandona totalmente. ¿Cómo vivió María aquellos meses, y las últimas semanas en la espera de su
Hijo? Sólo en la oración y la unión con Dios podemos hacernos una
pálida idea de lo que ella experimentó en su cuerpo y en su Corazón de embarazada. No hay duda que María vivió con intensidad
ese acontecimiento que transformó toda su existencia de manera radical. Al decir "Sí" puso a disposición del Misterio su Corazón y todo su ser para recibir físicamente en su seno a Jesús, sin conocer el camino a recorrer.
Su fe irá creciendo día a día culminando en la muerte y resurrección de su Hijo
A través de los años, su Corazón se ensancha, se abre a Dios de tal manera, que según San Juan Eudes se convirtió en un Libro vivo donde el Espíritu Santo escribió con letras de oro las palabras y todo lo referente a Jesús.
En el día 8 de febrero, fiesta del Corazón de María de la familia eudista.Solemnidad.
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