JUEVES SANTO
La Misa Crismal marca el comienzo del Triduo Pascual,
centro y culmen del Año Litúrgico, y se celebra el Jueves Santo, día en que se
conmemora la institución por Jesucristo, de los sacramentos de la Eucaristía y
del Orden Sacerdotal, durante la Última Cena.
El papa Francisco abrió el Triduo Pascual, el primero
de su pontificado, con la Misa Crismal, en cuya homilía dijo que el sacerdote
no puede ser un gestor, tiene que salir a la “periferia”, donde hay
sufrimiento, sangre derramada, “ceguera que desea ver, donde hay cautivos de
tantos malos patrones”. Dijo que el sacerdote que sale poco de sí, que unge
poco a sus fieles “se pierde lo mejor de nuestro pueblo, eso que es capaz de
activar lo más hondo de su corazón presbiteral”.
“El que no sale
de sí, en vez de mediador, se va convirtiendo poco a poco en intermediario, en
gestor. Todos conocemos la diferencia: el intermediario y el gestor ‘ya tienen
su paga’, y puesto que no ponen en juego la propia piel, ni el corazón, tampoco
reciben un agradecimiento afectuoso que nace del corazón”, denunció.
Recemos y ayudemos
a nuestros obispos y sacerdotes en su misión de salir de sí para ir a la periferia.
En
la Misa de la Cena del Señor, se nos revela el Amor del Señor, quien antes de
partir se nos dió en alimento; nos entregó su propio Cuerpo.
También nosotros somos
pueblo sacerdotal, vayamos hacia aquellos y aquellas que sufren y se
sienten sin esperanza; apliquémosles el aroma de la misericordia desde nuestro
corazón fuerte y compasivo. No temamos manifestar esa ternura que Jesús no ha
mostrado.
Fuente: EFE
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