sábado, 12 de enero de 2013

UNA VIVENCIA DE DIOS AMOR




DIOS AMOR.

Hace pocos días esperaba el tren en la Estación del Metro, y un hombre humilde me miró con fijeza y levantando su mano con el dedo índice hacia arriba me dijo: “Es Él, sí, Dios la ama mucho…la protege. “Qué sería de nosotros sin Él”.
 Yo estaba distraída  y acababa de librarme de una pérdida material importante y realmente quedé   como pasmada y asombrada por la imprevista vuelta que tuvo el asunto.  Sentí que ese hombre fue un “enviado” para hacerme  sentir el amor de Dios. Me abrió la conciencia para acoger el amor y disfrutarlo en una experiencia espiritual muy profunda. Sentí su cercanía, y protección.
Dice San Juan en su Evangelio que “Él nos amó primero”, como una madre ama a su pequeño, gratuitamente, con un afecto sin límites, con caricias y besos y cuidados permanentes. Esto lo sabemos, pero ¿Lo experimentamos día a día? ¿Su amor nos llega al corazón, a todo el ser? El amor de Dios es donación permanente, es Él mismo que se da porque es AMOR. Estos detalles de la vida diaria se nos pasan sin Dios- Esto es seguramente porque no estamos enamorados de Él. Hemos conocido el Amor, en que Él entregó su vida por nosotros para que tengamos vida abundante. Ojala esta frase no se quede sólo en el evangelio; hagamos de este conocimiento una experiencia de íntima unión que nos lleve a responderle con amor.
 Si Dios nos ama tanto, también nosotros debemos amarnos los unos a los otros porque en cada persona habita el Amor. No perdamos ocasión de encontrarlo en los otros.