viernes, 24 de diciembre de 2010

Dios Amor en lo grande y lo pequeño



“Dios Amor en lo grande y lo pequeño,

¡Qué Misterio!

Cierro los ojos, hago silencio,

Y a su infinita bondad y despojo,

me entrego” magv






sábado, 11 de diciembre de 2010

Vino a los suyos ... Parte II de Adviento a la luz del Evangelio de Juan

II. Contemplación

Vino a los suyos y los suyos no recibieron al Hijo.

Los suyos eran su pueblo, el que Dios amó, escogió, liberó y guió hacia la tierra prometida. El pueblo al que Dios habló por los profetas pero como era un pueblo de dura cerviz no supo escuchar. Este pueblo persistió en su ceguera (al menos sus dirigentes) y rechazó a Jesús. Pero a todos los que lo recibieron les dio poder de hacerse hijos de Dios; a los que creen en su Nombre los cuales no nacieron de sangre y carne ni de deseo de hombre sino que nacieron de Dios. No todos le rechazaron, Jesús encontró muchas respuestas positivas de acogida en su tierra. A lo largo de la Historia mucha gente ha acogido la Palabra de Dios aun sin conocerla. Sin conocer a Jesús porque pertenecen a otras culturas y religiones, gente de buena voluntad que se porta humanamente, que hace el bien generosamente, que crecen como personas, que colaboran al bien común, que vive honradamente los valores del Evangelio sin conocerlo. A todos éstos Dios los tiene por hijos e hijas. Las que hemos tenido la suerte de conocer a Jesús y procuramos seguirle, aún con tropiezos, tenemos la gracia del bautismo para ser de verdad hijas de Dios y obrar como tales. Todos hemos nacido de Dios.


Has silencio en tu corazón…

Y la Palabra se hizo carne y puso su morada entre nosotros y hemos contemplado su gloria, gloria que recibe del Padre como Unigénito,

lleno de gracia y de verdad. (Jn 1,14)


Es el momento más solemne de la Historia. La hora de la máxima revelación de Dios, el acontecimiento cumbre que divide en dos el tiempo. En adelante la Humanidad no contará el tiempo desde las Olimpíadas griegas o desde la fundación de Roma sino desde la Encarnación del Hijo de Dios. Habrá un “antes de Cristo” y un “después de Cristo”. La Palabra se hizo carne. Hasta ahora Dios se revelaba de una manera difusa; ahora se manifiesta claramente en un hombre llamado Jesús. La Palabra que estaba en Dios ahora está también entre nosotros. Dios se hizo historia nuestra, no fuera de ella y asume nuestra realidad para llenarla de sentido. Se hizo débil y necesitado como nosotros. Se hizo uno de tantos, sin privilegios. Nació llorando como nuestros niños...Tuvo hambre y sed, sentimientos y emociones como nosotros porque fue un verdadero ser humano.

Nosotros hemos visto su gloria.

La comunidad de Juan ha visto a Jesús, ha conocido al Resucitado, ha experimentado su vida nueva. Ha contemplado la Gloria de Dios que resplandece en Jesús, en sus palabras y en sus obras; en toda su vida. Y se proclama testigo de esta gloria. Porque la Gloria de Jesús es ser eso: Hijo único de Dios, Revelación del Padre, su Presencia viva, su Imagen. Lleno de gracia y de verdad. Todo Jesús es gracia, don gratuito para nosotros. Todo El es Verdad, transparente, diáfano, auténtico.

Alabo, y doy gracias con palabras del texto. Escribo_____________


Ante el hecho de la Encarnación sólo me queda el silencio, el asombro, la adoración y un gozo indescriptible. ¡Alabanza y gratitud a Ti Dios Uno en Tres!










viernes, 10 de diciembre de 2010

Señor, tu estuviste en medio de ellos.

Señor, tu estuviste con los que murieron en el incendio de la cárcel de San Miguel; tú estabas en medio de ellos paseándote y dándoles el frescor de tu gracia, mejor que el ángel que en el horno ardiente, alentaba a Ananías, Azarías y Misael. (Dan 3, 91-95)

Estoy segura que no abandonaste a los que amas, a tus más pequeños, los privados de libertad, a quienes ya has cambiado su sufrimiento en gozo. Que sus familias sepan poner su corazón en esta nueva realidad.


viernes, 3 de diciembre de 2010

Adviento a la luz del Evangelio de Juan

“VINO A LOS SUYOS”…

Adviento a la luz de del Evangelio de San Juan ( 1,1...)

Para los primeros 10 días.

RECIBO, ACOJO este texto sagrado, lo escucho y gusto en mi carne y corazón.


1 “En el principio existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. 2. Ella estaba en el principio junto a Dios. 3 Todo se hizo por ella y sin ella no se hizo nada de cuanto llegó existir. 4 En ella estaba la vida y la vida era la luz de los hombres 5 y la luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la vencieron.

9 La Palabra era la luz verdadera que ilumina a todo hombre, viniendo a este mundo.10 En el mundo estaba, y el mundo fue hecho por ella, y el mundo no la conoció. 11 Vino a los suyos, y los suyos no la recibieron, 12 pero a todos los que la recibieron, a los que creen en su nombre, les dio poder de hacerse hijos de Dios, 13 los cuales no nacieron de sangre, ni de deseo de carne, ni de deseo de hombre sino que nacieron de Dios.
14 Y la Palabra se hizo carne, y puso su Morada entre nosotros, y hemos contemplado su gloria, gloria que recibe del Padre como Unigénito, lleno de gracia y de verdad
.



Subraya los vocablos que más se repiten y anota las frases en que aparecen.


Puedes memorizar lo que dice el texto; repítelo varias veces, musitándolo para que lo que Dios dice se haga tuyo.


Una vez acogido plenamente el texto, ¿qué te dice personalmente? Escucha al Espíritu que te habla y escríbelo.


Oremos:


Palabra eterna del Padre te acojo como luz del mundo. Te proclamo Hijo de Dios, por quien han sido hechas todas las cosas. ¡Qué maravilla es haber recibido la gracia de ser hijos de Dios!


CONTEMPLACIÓN.


¿Qué es la Palabra? Es la expresión vocal o gráfica de lo que pensamos, somos y llevamos dentro. Es un vehículo para comunicarnos, para expresarnos. Dios también se expresa, se nos dice, se nos comunica, se revela a través de su Palabra. A esta Palabra que Dios engendra como Padre, le llamamos Hijo (porque no tenemos otro lenguaje más adecuado para hablar de Dios).


En este himno (Jn 1, 1 s) el evangelista nos quiere decir que Jesús, el Hijo de Dios pertenece al misterio del “Totalmente Otro”, el Ser que es comunidad de Tres: Padre, Hijo y Espíritu y que como Hijo existe desde siempre junto a Dios.


Detengámonos un momento a contemplar, y adorar en silencio el Misterio de Dios Trinidad, el Misterio de Cristo Palabra del Padre, que existe desde Siempre; la única Palabra que tiene Dios para nosotros porque con Cristo nos lo ha dicho todo. Démosle gracias por esta Palabra. Digámosle que la vamos a escuchar.


I. Contemplo en silencio, en escucha, en conversación íntima. Me ayudo con el comentario que va a continuación:


La Palabra estaba junto a Dios y la Palabra era Dios. Ella estaba en el principio junto a Dios. (1,1-2) A esta Palabra que Dios engendra como Padre le llamamos Hijo. A Este Hijo venido a nuestro mundo en carne y hueso nosotros le llamamos Verbo o Palabra.


La Palabra era la Luz verdadera que ilumina a todo ser humano venido a este mundo. En el mundo estaba y el mundo fue hecho por Ella y el mundo no la conoció (1,9-10). Jesucristo Palabra del Padre ha venido para todos y su Espíritu nos ilumina desde dentro y a través de la vida y la creación. Dios habita en nuestro interior, en nuestra conciencia y desde ahí nos habla. Sin embargo, el mundo, es decir, los seres humanos inteligentes no le hemos conocido, no hemos sabido descubrirle en sus criaturas y nos hemos fabricado dioses y cultos a nuestra imagen y semejanza. Hemos progresado material y tecnológicamente pero en cuanto a lo espiritual todavía estamos en “pañales”... (... continuará)