martes, 23 de agosto de 2016

SE VA ESTRECHANDO


NUESTRA VIDA SE VA AMPLIANDO
A MEDIDA QUE SE QUEDA CON LO ESENCIAL.

Justicia,  misericordia y  fidelidad es lo que Dios nos pide hoy; sí, justicia misericordiosa y coherencia.
Es lo que necesitamos practicar hasta saberlo vivir, para ir camino hacia la puerta estrecha. ¿Porqué estrecha? Porque no admite soberbia, afán de poder, avaricia, frivolidad, egolatría, amargura... 
¡Soltemos y botemos por el camino lo que nos sobra.
Jesucristo, Él mismo se llamó La Puerta, una puerta por la que pasan los dichosos, los que pueden bailar a pesar de las injurias, persecuciones y amenazas; una puerta por donde pasan los que hacen la justicia llena de misericordia; los que tienen el corazón limpio.

Busquemos entrar por la puerta del corazón de Cristo abierto por la lanza, allí nos espera "el reino de los cielos".



lunes, 15 de agosto de 2016

LA DANZA DE LOS JUEGOS



JUEGOS QUE HERMANAN


La apertura y la clausura de los Juegos Olímpicos, son ocasión de grandes celebraciones, en las cuales el país que hospeda intenta mostrar lo mejor de su arte y singularidad. La apertura esta vez fue de un esplendor inigualable, a semejanza de los grandes desfiles de las escuelas de samba. Los efectos de luces y de imágenes proyectadas en pantallas enormes creaban una atmósfera de mágica y casi surrealista, provocando en muchos lágrimas de emoción.
El momento principal fue el desfile de las delegaciones de 206 países, un número mayor que el de los países representados en la ONU, que son 193. Cada delegación desfilaba con trajes típicos de sus pueblos, destacándose por sus colores vistosos y elegantes, los trajes africanos y asiáticos.
Sabemos que en todas las relaciones sociales e internacionales subyacen intereses y maniobras de poder. Pero aquí, en los Juegos Olímpicos, si existieron, fueron prácticamente invisibles. Predominaba el espíritu deportivo y olímpico por encima de las diferencias nacionales, ideológicas y religiosas. Aquí todos estaban representados, hasta un grupo, muy aplaudido, de refugiados que hoy inundan especialmente Europa. Tal vez este evento sea uno de los pocos espacios en los cuales la humanidad se encuentra consigo misma, como una única familia, anticipando una humanización siempre buscada pero nunca definitivamente mantenida porque todavía no hemos avanzado en la conciencia de que somos una especie, la humana, y tenemos un único destino común junto con nuestra Casa Común, la Tierra.
Este tal vez sea el mensaje simbólico más importante que un evento como este envía a todos los pueblos. Más allá de los conflictos, diferencias y problemas de todo tipo, podemos vivir anticipadamente y, por un momento, la humanidad que finalmente se humanizó y encontró su ritmo en consonancia con el ritmo del propio universo. Este es uno y complejo, hecho de redes incontables de relaciones de todos con todos, constituyendo un cosmos en cosmogénesis, gestándose continuamente a medida que se expande y se complejiza. A este ritmo no escapa tampoco la humanidad.



 TOMADO DE LEONARDO BOFF. KOINONÍA.