miércoles, 18 de febrero de 2015

CUARESMA

FORMACIÓN DEL CORAZÓN

El Papa Francisco nos pide a todos y todas, que este tiempo de Cuaresma se viva como un camino de formación del corazón, como dijo Benedicto XVI (Deus Caritas est..)
“Tener un corazón misericordioso no significa tener un corazón débil. Quien desea ser misericordioso necesita un corazón fuerte, firme, cerrado al tentador, pero abierto a Dios. Un corazón que se deje impregnar por el Espíritu y guiar por los caminos del amor que nos llevan a los hermanos y hermanas. En definitiva, un corazón pobre, que conoce sus propias pobrezas y lo da todo por el otro”. (Papa Francisco Cuaresma 2015)
Un corazón misericordioso apuesta por el interés y la mirada atenta hacia nuestros prójimos y nos desafía a no caer en la tentación de la indiferencia. De ese modo tendremos un corazón fuerte y compasivo, vigilante y generoso, que no se deja encerrar en sí mismo y no cae en el vértigo de la globalización de la indiferencia”.

Con el Papa digamos: 
"Sagrado Corazón de Jesús, haz nuestro corazón semejante al tuyo" .. 

jueves, 12 de febrero de 2015

UNO Y TRES SON AMOR

Trinidad de la Misericordia
Compartimos la explicación de esta hermosa imagen de la Trinidad donde:
El Padre: La más grande de las tres personas, pone las manos bajo los brazos de la creatura humana para sostenerla. Pone toda su fuerza para ayudar al ser humano a alzarse. Besa a la humanidad como Padre misericordioso.
El Hijo: Al otro lado del ser humano, El Hijo, que se inclina sobre él y le sirve, en un gesto que recuerda el lavatorio de los pies. Las llagas nos muestran que es el Resucitado. Por la Resurrección sabemos que Dios está de parte de los pobres y excluidos.
El Espíritu: Alienta y fortalece el actuar conjunto del Padre y el Hijo, y a la humanidad sufriente. Es expresión del Amor. En forma de fuego y paloma está a punto de entrar en el corazón del ser humano para resucitarlo, darle Vida.
Las tres personas abandonan su propio círculo en su volverse hacia la humanidad doliente. Salen de sí mismas para cooperar conjuntamente en su amor a la humanidad y crear así una unidad de misericordia.
El ser humano: es sostenido, servido, alentado y fortalecido por el Amor de la Trinidad.
Como en el Icono de la Trinidad, nuestro mundo está clamando, gritando. En él existen situaciones límite en las que el Reino está en juego. Tenemos que vivir alerta con los ojos puestos en el Señor y en la realidad del mundo. No nos podemos paralizar por el miedo, el dolor o la desesperanza, tenemos que activar en nosotras la entrega de la vida. Nuestro reto, al igual que en este icono debe ser sostener, servir y alentar a nuestro mundo, en especial a esta humanidad sufriente.


ICONO,Escultura en terracota hecha por la religiosa dominica Caritas Müller, Suiza.