miércoles, 17 de septiembre de 2014

CHILE

Estrella solidaria

A pesar de la gran diversidad geográfica, climática y cultural que caracteriza nuestro país, todos y todas tenemos algo en común: ¡somos chilenos!

Formamos una gran familia, en que los lazos que nos unen son más fuertes que los que nos dividen. Somos parte de una nación independiente, con costumbres y tradiciones, con leyendas y mitos, con una cordillera reluciente, con un océano enorme, con una costa llena de riquezas, con principios y valores democráticos, y cristianos. Soñamos con una sociedad justa y dispuesta a superarse cada día. Tenemos una identidad propia y algunos símbolos que nos representan a nivel mundial.

Nuestra bandera chilena, raíces y orígenes históricos



En el  período de la Patria Vieja, (exactamente el 18 de octubre) durante el gobierno de José Miguel Carrera, se crearon dos símbolos nacionales: una bandera propia y una escarapela, con el fin de diferenciarnos de la colonia española. La Bandera fue bordada por la hermana del gobernante, Javiera Carrera y fue izada por primera vez el 4 de julio de 1812.
Luego del triunfo de Chacabuco, en  la Patria Nueva, se crea la Bandera de la Transición, el 18 de octubre de 1817.
La bandera actual fue concebida por el Secretario de Guerra de Bernardo O'Higgins, José Ignacio Zenteno en octubre de 1817: fue este el modelo que se utilizó en el juramento de la Independencia de Chile, el 12 de febrero de 1818.
            
 
     


Tenemos historia; 

hagamos historia,  
iluminados por nuestra Estrella Solidaria



María del Carmen, patrona de Chile
danos sabiduría para construir
un país de hermanos y hermanas
que luchan por la justicia y la paz.

lunes, 8 de septiembre de 2014

MARÍA

UNA NIÑA EXTRAORDINARIA












  ¿Dónde nació María?

No lo sabemos, pues hay muchas teorías; parece lo más probable que haya sido en Séforis, cercana a Nazareth y la ciudad más grande de Galilea con   una fortaleza excepcional.
Una antigua tradición, datada ya en el siglo II, atribuye los nombres de Joaquín y Ana a los padres de la Virgen María. Sus nombres se conservaron gracias a la tradición, ya que la Sagrada Escritura nada nos dice de ellos. Todo lo que sabemos es legendario y se encuentra en los evangelios apócrifos (no reconocidos como inspirados por la Iglesia) especialmente en el Protoevangelio de Santiago, el Evangelio del Pseudo-Mateo y el Libro sobre la natividad de María.
La devoción a los abuelos de Jesús es una prolongación natural al cariño y veneración que los cristianos demostraron siempre a la Madre de Dios.
Esta tradición sobre San Joaquín y Santa Ana también forma parte de la doctrina del Islam, y se recoge, no solo en su tradición, sino en su libro sagrado el CORÁN. El Corán dedica uno de sus primeros libros (Sura 3) a la familia de Joaquín, a quien llaman Imrán, en árabe. Otro libro del Corán (Sura 19) se dedica en su totalidad a la Virgen María y lleva su nombre.
Como quiera, en ambas tradiciones se venera a Joaquín y Ana como los Padres de María y como personas que supieron alabar y adorar a Dios en medio de la tribulación, en medio de la desesperanza causada por la esterilidad y toda la connotación negativa que eso tenía para los judíos; y el Señor los premió con una hija.
¡Y qué hija!, la Inmaculada.


Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo”. Bendita la concepción que te trajo al mundo,  bendito tu nacimiento y bendita tu niñez. Toda la humanidad se goza en ti. Bendito el Padre que te amó, el Hijo que te eligió y el Espíritu Santo que  te desposó. 
Desde su concepción esta niñita fue un ser  sin pecado, es decir  inmaculada. Desde su concepción  se cumple en ella la profecía de la Escritura:


"Pondré enemistad entre ti (la serpiente símbolo del pecado) y la mujer (María) y entre tu linaje y el suyo; él te aplastará la cabeza y tu estarás al acecho de su talón" Gen 3,15

miércoles, 3 de septiembre de 2014

EL LIBRO:LA BIBLIA

Tu palabra

 es una  lámpara para mis pasos,

y una luz en mi camino. (S 119, 150)


"La palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que cualquier espada de dos filos; penetra hasta la división del alma y del espíritu, de las coyunturas y los tuétanos, y es poderosa para discernir los pensamientos y las intenciones del corazón". (Heb 4,12)

El Concilio Vaticano II, con su documento sobre la Divina Revelación (Dei Verbum, 1965), insistió en que los fieles tengan fácil acceso a la Biblia en la que Dios sale al encuentro de su pueblo y dialoga con él (DV 21-22).
El Papa Benedicto XVI en el Mensaje Inaugural de Aparecida destaca la importancia de la Palabra de Dios: “Es condición indispensable el conocimiento profundo de la Palabra de Dios…” “Hay que fundamentar nuestro compromiso misionero y toda nuestra vida en la roca de la Palabra de Dios”... Menciona la Palabra de vida saboreada en la Lectura orante, y al final afirma: “Esperamos ser una Iglesia viva, fiel y creíble que se alimenta de la Palabra de Dios y en la Eucaristía”.               
                                                                                                                               
El Papa Francisco nos invita a “afirmar, potenciar y expandir esta presencia de la Biblia en la vida de la Iglesia, - en nuestras vidas - tal como lo plantea el Documento de Aparecida. La Biblia ha de transformarse en el libro de la Espiritualidad cristiana para vivir la Palabra de Dios hoy”. Nos invita también a “buscar que la liturgia de la Palabra, en la Misa, sea un espacio privilegiado de encuentro con la Palabra de Dios y su interpretación”. (Evagelii Gaudium)


La Biblia es el tesoro escondido, ¿qué hacemos para desenterrarla y desentrañarla?


           
  SEMBRANDO LA PALABRA