Velen porque no saben el día ni la hora, dijo Jesús.
Recuerde el alma dormida,
avive el seso y despierte
contemplando
cómo se pasa la vida,
cómo se viene la muerte
tan callando,
cuán presto se va el placer,
cómo, después de acordado,
da dolor;
cómo, a nuestro parecer,
cualquiera tiempo pasado
fue mejor.
……
Nuestras vidas son los ríos
que van a dar en la mar,
que es el morir;
allí van los señoríos
derechos a se acabar
y consumir;
allí los ríos caudales,
allí los otros medianos
y más chicos,
y llegados, son iguales
los que viven por sus manos
y los ricos...
Este mundo bueno fue
si bien usáramos de él
que atendemos
como debemos,
porque, según nuestra fe,
es para ganar aquél.
Aun aquel Hijo de Dios,
para subirnos al cielo
descendió
a nacer acá entre nos,
y a vivir en este suelo
do murió.
Jorge Manrique
(1440-1479)
Coplas por la muerte de su padre
DEJEMOS PARTIR TRANQUILOS A LOS QUE HAN MUERTO RECORDANDO
LAS PALABRAS DE JESÚS A MARTA:
Yo soy la resurrección y la vida;
el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá” (Juan 11:25)
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