viernes, 19 de abril de 2013

El Señor es mi Pastor

¡Pastor que te das en alimento!

Pastor Bueno, Cristo, das la vida por cada uno de nosotros. Te das misteriosamente en tu Cuerpo en la Eucaristía. 

¿Qué nos lleva a desperdiciar este precioso don? Acogerlo en nuestro humano calíz y patena nos convierte en seres privilegiados, ya que Te das como comida y bebida.
¿Son ellos los verdes pastos del salmo 22?
 El que venga a mi no tendrá más hambre, el que escucha mi palabra, no tendrá más sed, sí,  porque él me estará saciando siempre con su amor y sabiduría..llevándome a los verdes pastos de su reino.
Él prepara una mesa y nos invita a la Cena de su  festín; dejémonos atraer por su persona que se nos da a conocer más intensamente en cada Banquete; el Padre es quien nos atrae hacia su Hijo amado y el Espíritu es quien nos da la sabiduría para escuchar y entender los  silbos amorosos de su palabra...
Dejarse atraer por  Él es cuestión de dimensión divina, es otra esfera, la del aprisco donde entramos casi sin darnos cuenta porque la puerta que se nos abre sin hacer ruido, es la de su Corazón.

1 comentario:

  1. A veces los ruidos y distracciones de la vida nos impide escuchar su invitacion, su "silvido". El porton esta habierta, la mesa esta servida, pero hay otras cosas que nos llama con mas fuerza. Ahi es donde es importante compromternos a una vida de oracion, buscar ratos de silencio para poder escuchar su dulce invitacion.
    Hna. Liza Segleau, SDS

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