lunes, 23 de mayo de 2011


El hermoso don de la vida está en manos de Dios


El suicidio.


¿Tienes en tu familia a alguien que se haya quitado la vida?

Seguramente estuvo desesperado-a… no sentía el deseo vital de seguir viviendo, su instinto de conservación ya no existía. Nada ya le interesaba en la vida y nosotros no nos dimos cuenta.

El dolor causado en la familia, en su entorno es tremendo

El Catecismo de la Iglesia Católica nos enseña respecto a este tema que 2280 Cada cual es responsable de su vida delante de Dios que se la ha dado. Él sigue siendo su soberano Dueño. Nosotros estamos obligados a recibirla con gratitud y a conservarla para su honor y para la salvación de nuestras almas. Somos administradores y no propietarios de la vida que Dios nos ha confiado. No disponemos de ella.


2282. Trastornos psíquicos graves, la angustia, o el temor grave de la prueba, del sufrimiento o de la tortura, pueden disminuir la responsabilidad del suicida.


2283 No se debe desesperar de la salvación eterna de aquellas personas que se han dado muerte. Dios puede haberles facilitado por caminos que Él solo conoce la ocasión de un arrepentimiento salvador. La Iglesia ora por las personas que han atentado contra su vida.


¿Que le digo a un amigo-a que intentó suicidarse?

RESPUESTA

Tu presencia, tu interés por su persona sin pasar juicios será lo mas sanador. Le ayudará a valorar su vida. Tu acompañamiento afectuoso, tu escucha será de gran ayuda. Podrás insinuar que existe la obligación moral de curarse y hacerse curar, de recurrir a psiquiatra para controlar la depresión y /o la angustia, y ser fiel a estos recursos que ofrece la ciencia.

Ora con insistencia ante Cristo Crucificado por esa persona y mejor aún, con esa persona uniéndose a la agonía del Señor que quiso pasar también por la angustia.

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